viernes, 2 de febrero de 2018

¿Por qué decidiste ser portero?


Es normal que cada portero tenga su propia historia de cómo llego a calzarse los guantes y ponerse a defender la portería. Seguramente no haya ninguna igual, sin existir mejores ni peores. En la vida tomamos mil decisiones que acaban conformando el individuo que somos a día de hoy. Ser portero es una de ellas, una determinación que conlleva muchas cosas, siendo una posición tachada de ingrata pero en la que disfrutan la mayoría de los chic@s que la ocupan.
Hace unos días pusimos en marcha una encuesta en twitter para conocer las diferentes motivaciones que habían llevado a nuestros seguidores a ser portero. Obtuvimos 47 respuestas y parece ser que la gran mayoría lo tuvo claro desde el principio (un 47%). Le seguía con un 34% la opción "probé casualmente y gustó". La tradición familiar y no gustar ser jugador fueron las opciones minoritaris.

Resultado de la encuesta realizada en Twitter
Este blog intenta explicar nuestras propias vivencias como padres con un hijo portero, pero nos encantaría también conocer vuestra experiencia tanto si sois porter@s como si sois padres de uno/a. Para ello queremos abrir un apartado dónde nos podáis explicar "¿Por qué decidiste ser portero?" y vuestra experiencia bajo los 3 palos (o la de vuestro/a hijo/a). 

¿Cómo podemos participar explicando nuestra historia?

Lo vamos a intentar poner fácil. Podéis enviarnos un escrito dónde nos relatéis vuestra historia personal cómo porter@. Si nos adjuntáis alguna foto siempre quedará más bonito. Nosotros montaremos un artículo que publicaremos en el blog y compartiremos en nuestras redes sociales. Si tiene éxito la propuesta intentaremos ir publicando de forma periódica vuestras historias (de forma semanal o quincenal)
Podéis enviarlo al siguiente mail: jmansodent@gmail.com 

Nuestra historia

Para inaugurar el apartado os explicaremos la historia de cómo nuestro hijo Pau acabó siendo portero.
Con 3 años apuntamos a nuestro hijo a natación. Tras unos meses empezó a negarse a ir. Decía que se aburría. Cómo siempre estaba chutando cualquier balón, decidimos preguntar en el club de nuestro pueblo si a su corta edad ya se le podía apuntar. Tras hacernos saber que había una categoría "baby" (para niños que cursaban P4 y P5) nos invitarona  venir a probar. Así hicimos. Al segundo entreno nos comunicaron que el fin de semana había partido amistoso. Nosotros nos asustamos. ¿Si el pequeño no sabía ni cómo sacar de mediocampo, cómo iba a jugar un partido¿. Nuestra idea era apuntarle para que 2 tardes a la semana hiciera un poc de deporte chutando el balón, pero aquello de jugar partidos pensábamos que tocaría más tarde.

Finalmente accedimos y llevamos a Pau al partido. Jugó de jugador de campo y acabo el partido diciendo que eso no le gustaba. Todo el rato corriendo para intentar chutar un balón y a penas lo había llegado a tocar. En el siguiente entreno le comentamos al coordinador de la categoría que nuestro hijo no estaba muy convencido y que estábamos pensando no seguir. ¿Por qué no prueba de portero?, nos planteo. Dicho y hecho. Pau se puso los guantes y desde entonces esa ha sido su posición. Todo ayudó porque de pequeño se le daba muy bien y destacaba bastante. El sentirse importante creo que le ayudó a afianzarse bajo los 3 palos.


El tiempo y las categorías han ido pasando, prebenjamín, benjamín y actualmente alevín. Seguimos en el Cambrils UCF, equipo en el que comenzó. En medio, 2 temporadas estuvo defendiendo la portería del CF Reus Deportiu.

No sé que deparará el futuro, pero sé que actualmente Pau está muy feliz siendo portero y compartiendo horas con sus compañeros y entrenadores. El fútbol es una parte más de su formación humana y si disfruta con ello mucho mejor. 

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